Nadie nos enseña a practicar el sexo: ¡es una habilidad heredada! Y en ningún sitio es este hecho más obvio que cuando reúnes a una colección cachonda de jovencitos calientes, cuyos cerebros están literalmente gobernados por sus pollas. Créenos cuando decimos que cuando se trata de chupar pollas, rimming culos y tomar carne hasta las pelotas, estos tíos están hechos para el trabajo.