Hay quien afirma que una polla está más limpia y mejor sin él, ¡pero es innegable que la carne de hombre es mucho más placentera cuando está totalmente intacta! Un hecho que el director John Smith pone en primer (primer) plano en esta exquisita exploración de los placeres que sólo puede dar un prepucio. Desde acoplarse con sus parejas, hasta pasar la lengua alrededor de una cabeza sin cortar, ¡estos chicos saben muy bien qué hacer con toda esa hermosa piel privada!