Trevor siempre ha querido lamerle el culo a su amigo. Desde que se cambiaban el uno delante del otro en los vestuarios durante toda su época universitaria, ha querido saber a qué sabría. Ahora que se han licenciado y viven juntos en el mismo piso, han desarrollado un romance que va mucho más allá de las habituales travesuras en los vestuarios con toallas y palmadas en el culo. ¡Estos dos no pueden parar de follar!