Son salvajes, temerarios y tienen cuatro ruedas bajo los pies, pero créenos cuando te decimos que no son los coches rápidos lo que interesa a estos colegas cachondos. No, son gamberros patinadores y su amor por el skate sólo es comparable a su amor por las pollas duras y palpitantes y la leche caliente. Contempla a estos chavales formando equipo para una ronda empapada de esperma y diversión que te hará correr a tu skatepark local para ligar.